Contemplando el paso de las nubes

Las nubes flotan en el cielo y aunque las vemos todos los días, no las podemos tocar. No las podemos tocar porque están muy altas y porque son de un tipo de vapor de agua, un vapor de agua que está concentrado, así que incluso aunque usted subiera a lo más alto de una montaña, ni las nubes ni la niebla se pueden coger entre las manos, ni guardarse en el bolsillo. La acumulación de este tipo de vapor de agua cuando está cerca del suelo es conocido con el nombre de “niebla” y cuando este vapor sube arriba al cielo se le llama “nube”. Por eso a menudo la gente las une y habla de, por ejemplo : “nubes rizadas con viento alrededor”, “trepar a las nubes y cabalgar por el cielo entre la niebla”, “nubes que se disipan y niebla que se dispersa”, “nubes que se apartan y cielo limpio” etc.

Antiguamente a la gente le gustaba mucho mirar las nubes, Wang Wei un poeta de la dinastía Tang decía en una de sus poesías: “Llego al sitio donde el arroyo se acaba, me siento a ver las nubes pasar”. Esto significa que el poeta iba caminando entre montañas, a lo largo de arroyos rodeados de montañas, que caminaba por lugares donde el flujo de agua desaparecía, que se sentaba allí cerca para ver flotar las nubes blancas. En los tiempos antiguos de China había muchos especialistas en observar las nubes desde mesas, mirar de lejos las nubes desde pabellones, etc.

¿Porqué a la gente le gustaba mirar las nubes? Porque les puede permitir disfrutar de la belleza. Un trozo de nube blanca estirado y rizado, que cambia produciendo formas irregulares, que unas veces parecen flores en plena eclosión, otras se asemejan a las capas de las escamas de pescado, otras a hilos de plata, todo esto le añade un toque de viveza y encanto a la vasta e ilimitada extensión del cielo. Especialmente al amanecer o al anochecer, las maravillosas nubes rojizas le dan al cielo un colorido de un brillo glorioso.

Las nubes incluso pueden dar a la gente una cierta inspiración, los antiguos decían de ellas en voz baja que son elusivas, que crean ilusiones, que al mirarlas durante mucho tiempo nos producen una cierta ensoñación, incluso algunas personas caerán en la cuenta de que se trata de una verdadera filosofía de vida. A los antiguos les gustaba no detenerse y moverse rodando libremente, de una forma natural, hermosa y graciosa, les gustaban más los movimientos de las nubes desbocadas, sin restricciones, ser como ellas, personas sin deseos.

Tao Yuanming poeta de la dinastía Jin dijo: “Una nube está de mal humor y sale de entre las colinas, los pájaros cansados de volar saben regresar”, esta frase aparentemente nos dice que las nubes viajan por remotas montañas y aparecen flotando sin rumbo fijo pero que los pájaros cuando están cansados en cambio saben regresar al nido. En efecto, lo que hace al salir un funcionario es parecido a la salida flotante de las nubes, realmente sin ninguna intención; ahora cuando está cansado de volar como los pájaros, basta con dimitir para volver a casa y recluirse en las montañas. Jiao Yu poeta de la dinastía Tang en su poesía Nubes blancas en el cielo, decía : “Las nubes blancas suben por las lejanas colinas, balanceándose entran en el cielo. Enrollándose de forma natural, sin intención de comenzar o terminar”. Traducido al chino moderno quiere decir : Las nubes se elevan desde las montañas, balanceándose y flotando hacia el cielo.

 

Extendiéndose libremente en formas curvas, sin ninguna preocupación por desear vivir o morir.

Por supuesto que las nubes son un fenómeno natural, sin pensamiento, sin personalidad, pero para los antiguos estaban dotadas de un carácter y por tanto en aquellos momentos eran como una norma de conducta. A los antiguos por lo general siempre les gustaba añadir sus propios pensamientos sobre las plantas y los animales, incluso los fenómenos de la naturaleza estaban reflejados, tal y como aparece en el antiguo libro de Las flores y su lenguaje.

 

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