Censura en el Beijing Independent Film Festival

Las autoridades chinas han censurado el Beijing Independent Film Festival (BIFF) que iba a comenzar el sábado 23 de agosto y que se extendía hasta finales de este mismo mes. Durante el transcurso de las horas previas a la apertura del Festival, en esta su 11º edición, los organizadores fueron arrestados, se enviaron grupos de presión para que la apertura del Festival no se diese y las autoridades mandaron a confiscar diferentes materiales.

Durante la noche del sábado 23, los organizadores del BIFF Wang Hongwei, Fan Rong, y Li Xianting fueron detenidos por la policía, para unas horas más tarde, ser puestos en libertad.

DGenerate Films recoge el comunicado conjunto que han difundido los organizadores de los Festivales más importantes del panorama internacional en apoyo al BIFF y en repulsa por los hechos ocurridos, así como un comunicado con la descripción de los hechos acontecidos durante el sábado 23 de agosto, y que reproducimos a continuación:

El sábado 23 de agosto, día de la apertura del 11º Beijing Independent Film Festival (BIFF), éste fue cerrado por las autoridades chinas. El BIFF que ha sido apoyado y acogido durante muchos años por el Fondo Cinematográfico Li Xianting, ha sido uno de los lugares más importantes dentro de China para la exposición de las nuevas películas independientes, ya sean autorizadas o películas a las cuales no se les tenía permitida su proyección al público en general. El Festival ha venido desarrollándose en la sede del Fondo Cinematográfico Li Xianting, en Songzhuang , un suburbio distante de Tongzhou, a las afueras de Pekín. Durante los últimos tres años, la policía china y las autoridades locales han hostigado al Festival. Pero no han logrado, hasta este año, cancelarlo.

La policía, el personal de la Seguridad del Estado y representantes de los distintos niveles del gobierno, presionaron para que el BIFF no se celebrase. El sábado se produjo un corte de suministro eléctrico en la sede del Festival, además, aldeanos anónimos fueron enviados para rodear la sede y, en algunos casos, intimidar físicamente a los visitantes y periodistas. Además, durante el transcurso de la jornada también se produjo la confiscación por parte de la policía de los archivos y material que se encontraba alojado en la sede del Fondo Li Xianting, estos archivos comprenden muy posiblemente la colección más extensa de Cine Independiente chino y materiales de investigación de la última década. (Descripción completa)

       Li Xianting, organizador del BIFF, muestra un documento emitido después de su puesta en libertad por la policía. Fotografía: Greg Panadero / AFP / Getty Images

Wang Hongwei comentaba a diferentes medios como el Festival ha sido testigo de la obstrucción severa de la policía en los últimos años, pero la ofensiva de este año ha sido mucho más grave:

“En los últimos años, cuando nos obligaban a cancelar el festival, nos mudábamos a otros lugares, o retrasábamos las proyecciones. Pero este año, no podemos continuar con el festival. Está completamente prohibido.” The Big Story

El BIFF comenzó su andadura en el año 2006, convirtiéndose desde el principio, en un referente de la escena audiovisual china y un canal de comunicación alternativo al discurso oficialista del Partido y la Industria Cinematográfica foránea en general. El ascenso significativo de la producción artística y, en concreto, la de cine independiente, han supuesto uno de los referentes culturales clave para entender el desarrollo de China durante las dos últimas décadas.

Esta es sin duda otra China, menos visible y atractiva que la imagen de una China en pleno desarrollo y crecimiento económico, donde todos los países ven una oportunidad. Pero en esta otra China, las injusticias sociales, la inoperancia del gobierno, las contradicciones, las inseguridades personales, son, salvando las distancias, tan cercanas a las nuestras que vemos allí en lo que se graba un vínculo agridulce instantáneo.

Según se van leyendo informaciones estos últimos meses, el gobierno parece haber desarrollado una política de reforzamiento de su papel ideológico, de control, de las publicaciones periódicas y digitales, así como de cualquier contenido negativo relevante que se alojará en la red. Por otro lado, el mundo de la televisión ha acogido con buenos ojos la introducción de cada vez más producciones documentales en su parrilla, a pesar de que era una reducida muestra, muy controlada, y en ocasiones, con los respectivos “recortes” gubernamentales. Esta es una situación que puede representar un duro revés a la pequeña industria independiente de China, sin embargo, como señala Chris Berry, profesor de Estudios Cinematográficos en el londinense Kings College:

“Está muy claro que el régimen de (el presidente) Xi Jinping está decidido a controlar la esfera ideológica, que no había sido acentuada durante un largo tiempo. En China no es nuevo el cierre de los festivales de cine independiente, y el maltrato que han ejercido sobre el BIFF no marca el fin del cine independiente del país, los cineastas han encontrado más lugares en un entorno cada vez más diverso. El boom de la industria y el mercado cinematográfico, el auge de las galerías de arte y los espacios basados en imágenes en movimiento, e Internet, todo han proporcionado nuevas oportunidades, por lo que no podemos ser totalmente pesimistas al respecto de lo sucedido.” The Big Story

A la espera de saber lo que ocurre con todo el material requisado del Fondo Li Xianting, parece que nos encontramos en un momento de incertidumbre. Es bueno señalar que la censura desarrollada en el BIFF no marca el fin del cine independiente en China, al contrario, cada vez son más las zonas repartidas por toda la geografía china que han desarrollado sus propios y autónomos espacios de creación. Sin embargo, la incertidumbre estará presente durante los próximos meses para ver cuál será el camino que emprende el gobierno chino de Xi Jinping en esta materia.

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